Opinión calificada
Carmen Argibay: "La baja de edad de imputabilidad es una reacción virulenta"
La ministra de la Corte Suprema Carmen Argibay renovó hoy sus críticas al proyecto del Gobierno bonaerense de bajar la edad de imputabilidad de los menores que cometen delitos graves, y juzgó ese tipo de propuestas como meras “reacciones virulentas” o “viscerales” que “no dan resultado”.
Asimismo, subrayó que la solución a la ola de inseguridad no está tampoco en “cerrar los institutos de menores” como proponen algunos funcionarios, al advertir que si esos chicos quedan en la calle nuevamente, se exponen a la furia policial: “El gatillo fácil no ha terminado”, alertó.
“Tenemos estas reacciones viscerales y no pensamos en las consecuencias. Se dice: “los institutos de menores no sirven, hay que hacer otra cosa”, bien, pero mientras no lo hacemos,¿dónde ponemos a estos chicos?”, se preguntó.
En declaraciones a radio Continental, la magistrada se manifestó convencida de que esos chicos están más seguros en esos sombríos establecimientos, que en la calle, por entender que esos menores “ya están fichados por la Policía”.
“Y a mí -repitió- nadie me ha convencido de que el gatillo fácil se haya terminado”.
En cuanto la propuesta de bajar la edad de imputabilidad propuesta por el gobierno de Scioli, Argibay insistió en la necesidad de impulsar “planes” sociales vinculados con la “educación y la inclusión” de estos menores para evitar que “estén abandonados en la calle”.
La jueza sostuvo que la solución frente a la inseguridad “no está en bajar la edad, ni en subir las penas, ni nada eso. Ya se ha demostrado mil veces que esto no da resultados, que el delito sigue existiendo”, advirtió, y calificó esas iniciativas como meras “reacciones virulentas”.
“Los responsables no son estos menores, sino la sociedad, los adultos que los hemos abandonado, que no le hemos dado educación, salud, cariño, familia, una casa, nada”, aseveró. Argibay analizó que “estos chicos tienen la noción de que su vida no vale nada, absolutamente nada. Entonces si su vida no vale nada, la de los otros tampoco y no tienen reparos (en atentar contra la vida de sus semejantes), pero esto es todo falta de atención, de educación” del mundo adulto.
Fuente: DyN